Dejar un mensaje potente en menos de diez minutos es una tarea muy compleja. Tarea que Blanca noche, el cortometraje de Nicolás Canales, logra con mucho éxito al igual que Resolana.
El cortometraje nos cuenta la historia de Blanca, una mujer dedicada al arte que tiene serios problemas para dormir durante las noches debido a su gran miedo a la oscuridad. Miedo que la ha llevado a concretar un poderoso ritual, el que utilizará cada noche para descubrirse a sí misma y enfrentar sus demonios.
Entre la selva de concreto
El cortometraje nos introduce a la cabeza de Blanca de una manera espectacular. En pocos minutos se empatiza con su sentir mientras el ajetreo urbano que rodea a su departamento no se detiene. Pero su departamento también se vuelve a la misma vez una representación de su propia cabeza. Una representación donde la oscuridad o lo “malo” se enfrenta a la “luz” o lo positivo.
Mediante sus efímeros sueños nocturnos Blanca se apodera de una energía que parece no provenir de sí misma, y que incluso le hace llegar a pensar que no está sola dentro de su hogar.
Preciosamente audiovisual
Mientras todo esto transcurre en su propia cabeza, visualmente el cortometraje es construido a través de ciertos planos que entregan al espectador algunas señales de su vivencia. Por ejemplo, los sueños de Blanca son acompañados por una fuerte sensación de miedo, la que se ve resaltada por la oscuridad y la música que acompaña a estas escenas, incluida su voz.
(Te advertimos que el siguiente párrafo contiene spoilers)
De hecho, la escena final de ella siendo cubierta por esta sustancia negra en su cara y en su cuerpo, demuestra visualmente esta lucha personal, pero que se logra proyectar a los demás, incluso produciendo empatía. Por otro lado, el juego de cámaras y planos también deleita a todos los espectadores con una sensación incómoda y escalofriante.
Lo bueno y lo malo
Blanca noche busca transmitir un mensaje a sus espectadores. Lo hace señalando uno muy claro: la sociedad -y por ende las personas- siempre se han debatido entre la luz y la oscuridad.
Así como Blanca lucha contra sus demonios internos, el resto de las personas también tiene esta lucha interna o se enfrenta a otros demonios. Una lucha que se intensifica en momentos cuando intentamos dormir o conciliar el sueño.
Hágase la luz de Blanca noche
Blanca noche es un cortometraje cargado de sentimientos y emociones, los que en pocos minutos inundan al espectador mientras se introduce en la cabeza de Blanca.
Una producción breve pero tan rica desde lo audiovisual que rápidamente conecta con los espectadores. Conecta dejando un mensaje potente. Uno que se entiende a partir de la esencia del ser humano, y el cómo día a día todos nos enfrentamos a nuestros propios demonios.
Mientras Blanca se enfrenta a la luz y la oscuridad, cada uno de nosotros nos enfrentamos a nuestras propias luchas internas.
Sin duda un cortometraje fenomenal que vale la pena ser visto…