Allan Fuentes, nacido en febrero del 2001 en Rancagua, es estudiante de cine en el Instituto Profesional Arcos, además de director, montajista y postproductor de imagen de cortometrajes. Teniendo un interés por el cine chileno desde el colegio, decidió estudiar esta carrera y dedicar su vida a lo que más le gusta.
En su corta carrera, ha sido asistente de montaje de “Marcapasos”, dirigida por el reconocido German Bobe que recorre la vida de Cecilia la Incomparable, montajista de “Nastassja al Agua”, documental que formó parte del catálogo internacional CinemaChile el cual recorre la vida y obra de la actriz alemana Nastassja Kinski, y del documental “Verónica, Simplemente” seleccionado en el festival de cine de la Universidad de Chile.
Estudiar cine en Chile
¿Qué te atrajo a estudiar cine?
En la enseñanza media me metí en un taller de cine. Hacíamos cortometrajes, grabábamos cosas del liceo, actividades, y todos los semestres realizabamos un pequeño proyecto. De todos modos, el gusto de ver películas viene de antes, pero yo no sabía que era algo que se podía estudiar. En la media me di cuenta de que estaba esta opción y sentí que se me daría bien.
¿Cuáles son los mayores desafíos a los que te has enfrentado como estudiante de cine?
Crisis vocacional, es algo que pasa mucho. Hay compañeros que siempre se van en primer o segundo año. Es difícil estudiar cine porque uno sabe que saliendo de la carrera vas a trabajar en la tele o de freelance y no haciendo películas. Siempre uno postular a los fondos, pero es difícil. Uno sabe que saliendo no vas a tener un trabajo estable en un buen rato. Es muy complicado hacer cine en Chile desde cualquier vereda porque en el peor de los casos la vas a hacer y no la va a ver nadie.
¿Y es desmotivante eso?
Si. Uno tiene que ser realista y las escuela deberían encargarse de eso. No te las cantan tan claro al principio o uno no lo piensa, pero cuando te acercas al final de la carrera te preguntas: “¿qué voy a hacer después?”. Siempre hay opciones, pero de forma realista. Se puede trabajar en la tele, en publicidad, en comerciales. Yo ahora último he hecho hartos videoclips y eso salva, pero está difícil.
Los problemas del cine chileno
¿Qué sabes sobre cine chileno?
Con un compañero tenemos un proyecto que es una pagina de Instagram en la que hacemos revisiones sobre cine chileno, en especial porque todo el mundo dice que el cine chileno es malo o que solo habla de dictadura o que todas tienen escenas subidas de tono. Puede que eso sea la constante, pero hay producciones que se escapan de esos lineamientos. Las estadísticas dicen que no es verdad que todas las películas son de dictadura. Es apenas el 20%, pero siempre son esas las que tienen más pantalla en televisión o en los medios tradicionales.
¿Cómo definirías el cine chileno?
Es difícil ver cine chileno de buena calidad o que sea bueno en general. En cuanto a técnica, todas las producciones se ven y se escuchan bastante decentes, cosa que no pasaba antes. El problema es la falta de identidad. Siempre son historias hechas por una elite que no saben hacer representaciones del chileno de clase media y que quedan como caricaturas. La gran problemática del cine chileno es que una persona común y corriente al ver una película le va a costar sentirse identificado con lo que está viendo. Esto no pasa no pasa en el cine argentino que es donde está la gran industria del cine latinoaméricano.
¿Y la falta de identidad es en cuanto a la temática y estética de las películas?
Puede ser, pero yo creo que cada vez es menos y cada vez se le da más pantalla a realizadores que hacen cosas más cercanas a la gente. Sin embargo, la gente prefiere pagar cinco o seis lucas por ver una película hollywoodense que sabe que va a ser en el peor de los casos entretenida. A diferencia de una película chilena que la pasan súper tarde en la noche y que va a ser latera, lenta o fome. Si ya está ese sesgo de que el cine chileno es malo, es difícil arreglarlo o hacer que la gente vaya a pagar un boleto para ver una película nacional.
Muchas personas dicen que a los realizadores les falta calle y no saben representar bien algunas cosas, pero ocurre lo contrario con El reemplazante que si lo hizo bien y por eso pegó tan fuerte.
Estoy de acuerdo. En cualquier caso que uno quiera hacer una película de un sector sociocultural que no conoce, siempre se puede hacer esa pega de investigación. En el caso de los actores, pueden ser parte de ese sector o se pueden informar. Por ejemplo, Maite Alberdi cuando hace El agente topo o esta película de niños con síndrome de down, probablemente ella no tenía idea antes del tema, pero se hace una investigación, se va a conocer a los personajes, que es algo que quizás los realizadores de ficción no hacen tanto.
¿Existe una inustría de cine chileno?
¿De qué forma te gustaría que el estado ayudara al cine chileno?
Creo que el estado hace harto y suficiente. Es difícil porque siempre hay harta gente que quiere hacer cosas, pero se destina harta plata en fondos de cultura o realización cinematográfica. Tengo un profe de cine latinoamericano que decía que son hartas lucas las que uno recibe con un fondo, pero en el peor de los casos obtienes la plata, la haces y no la ve nadie. Yo no sé si pediría al estado que entregara más fondos para obras que no las va a ver nadie. Quizás esos fondos se tendrían que tirar como en la creación de espectadores para talleres de cine y que la gente las valore, pero desde los colegios. Creo que, si una persona en una etapa temprana aprende a valorar el arte, cuando grande igual paga una entrada para el cine nacional.
¿Se puede llamar industria del cine chileno?
No. Yo no creo que haya industria en Chile. No sé si la vaya a haber en algún momento. Lo más cercano es Fabula, pero tienen un monopolio de la producción, tienen oficinas en México y Larraín ya está instalado en Hollywood. Pero aquí queda mucho porque está difícil que se genere esa audiencia. En Argentina por ejemplo la gente va a ver películas nacionales porque son redituables y tiene sentido a nivel económico. Pero si gastas 120 millones en una película y la ven 14 mil personas, no sale a cuenta invertir eso que ni siquiera te da a cuenta para recuperar lo que ya gastaste.
¿Qué opinas de los festivales que hay en Chile?
Es más cerrado, de nicho, la gente que va a esos es gente que trabaja en cine. No sé si gente común y corriente que está metida en la industria del cine como que vea películas. Ayuda a nivel monetario porque a veces se premia con dinero, o ayuda a visibilizar, pero no sé si nacionalmente, esas películas más conocidas a nivel internacional son porque se asociaron con Fabula y ellos se pueden dar el lujo de mandarla a Cannes o los Oscar. Si te mandan a los Oscar demás que te van a ver al cine, pero no siempre pasa. Con la Mujer Fantástica no pasó, que fue a Hollywood y tampoco le fue tan bien en la taquilla a nivel nacional. Pero son casos puntuales. Si te va bien en el extranjero y estrenas acá en Chile, igual tienes oportunidades.
¿Qué películas o cineastas recomendarías a alguien que quiere empezar a ver cine chileno?
Diría Pablo Larraín, pero es un caso aislado. Está Claudia Huaiquimilla de Mala Junta o Mis hermanos sueñan despiertos que tiene un grado de compromiso social y son aciertos a nivel de cine. Maite Alberdi también, a la gente le gustan sus películas. Los Colonos igual es buena. Matiaz Bize también que se mantiene hasta ahora y le va relativamente bien, es un buen realizador.
[…] del cine chileno actualmente tiene que ver con su representación de la realidad, la que no logra conectar con las audiencias debido a su falta de conexión o verdad manipulada. Sin embargo, este no es el caso de un clásico […]
[…] ellas no siguen haciendo más. Entonces, el problema que existe es la continuidad de los trabajos. No hay industria cinematográfica, no hay buenos críticos, no hay un flujo. A los críticos de películas les pagan las […]
[…] que además se desmarca del problema del cine chileno actualmente, mostrando la calidad de la industria […]